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¿QUIÉN FUÉ CARLOS CASTANEDA?

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SALVADOR FREIXEDO: UN PENSADOR DEL MISTERIO


Nacido en la población orensana de O Carballino en 1923, a los 5 años su familia se instala en la capital de la provincia donde comienza sus estudios, siempre rodeado de un ambiente religioso. Párvulos, en la Monjas de San Vicente Paul y Bachillerato en el Instituto Otero Pedrayo. A los 16 años ingresa en la orden jesuita. Estudia Humanidades en la Universidad de Salamanca, Filosofía en la Universidad de Comillas, Teología en San Francisco, Ascética en Cánada y Psicología en la universidades de Los Angeles y Nueva York.

En 1953 se ordena sacerdote, en Santander, y entonces comienza su trayectoria evangélica, ejerciendo el ministerio en diferentes países, lo que ha llevado a Salvador Freixedo a vivir en 12 naciones distintas. En Cuba descubrió el cristianismo de clases, al concienciarse de que la orden jesuita tan sólo aceptaba alumnos de las élites sociales, mientras el pueblo llano sufría mil privaciones. Esto le llevó a escribir su primer libro “40 casos de Justicia Social. Examen de conciencia para cristianos distraidos”. A causa de ese libro el dictador Fulgencio Batista invitó a Freixedo a salir del país.

De Cuba viaja a Puerto Rico, donde funda la casa de la Juventud Obrera Católica, que construye con sus propias manos. Allí escribe su libro más polémico: “Mi Iglesia duerme”, que desata el escándalo. Mientras en España los censores de d. Manuel Fraga, entonces Ministro de Información y Turismo, prohiben el libro, en toda norte y sudamérica se desata una gran controversia. El libro se convirtió en Best Séller en muchos países, catapultando a Salvador Freixedo a las primeras páginas de todos los periódicos, y haciendo que llegase a editarse un LP y un single donde aparecía el sacerdote leyendo párrafos de su libro. Tras el imparable escándalo de este libro, Salvador Freixedo decide dejar la orden de los Jesuitas y su vida como sacerdote, para concentrarse en la investigación de los milagros, los ovnis y los fenómenos paranormales.

UN PENSADOR DEL MISTERIO

-Salvador a veces te acusan de ser poco preciso con los datos, las fechas… ¿Significa eso que tus teorías tienen poco fundamento?

-Yo si no está Magdalena, me pierdo un poco. No me acuerdo de los nombres y fechas y siempre le pregunto, como se llamaba el contactado tal o el investigador cual, y ella me lo recuerda, pero lo que yo he visto con estos ojos, y he experimentado durante todos estos años, esta ahí, y no puede cambiarlo nadie, aunque no me acuerde de una fecha de un caso.

-Ahora, en esta época de tu vida, se que estas prestando mucha atención a los círculos de las cosechas ¿es el misterio de moda?

-Si, ahora están de moda, se dice que es un fenómeno nuevo. Mentira. Es como los OVNIs, que dicen que empezaron en el 47. Falso. Han existido siempre, y con los círculos pasa igual. Ahora están apareciendo círculos en los sembrado, pero también en la nieve, en la arena, en las playas, etc. Explotó hace unos años, en Inglaterra, pero ya hace siglos que aparecían los círculos de las hadas, o círculos que se achacaban a los akelarres… Siempre han existido. Ahora están en Alemania, en Suecia, hasta en Puerto Rico los he visto yo, aunque no tan complejos como los de Inglaterra.

-¿No te consideras un poco pesimista, al trasmitir con tu obra una poco esperanzadora visión sobre el libre albedrío del hombre?. ¿Nos consideras tan manipulados por los dioses de los que hablas?

-La humanidad, como rebaño, va a donde la lleven. En la horrenda historia humana sólo hay guerras, guerras y más guerras, causadas por lo dioses. Guerras estúpidas por culpa de las religiones, las fronteras, los idiomas, las razas… Ahora bien, cada individuo puede hacerse castillo, y mandar a hacer cósmicas puñetas a los dioses.

-¿Y tú como lo haces?

-Pues yo, a mis ochenta años, que cumplo el 23 de abril, intento llevar una vida tranquila. Portarme decentemente con mis semejantes. Leyendo e informándome todo lo que puedo, y sin hacer el mal a nadie. Y sobre todo no me dejo “comer el coco” por nadie, ni de aquí ni del más allá. Yo siempre le digo a los contactados, que no entreguen su mente ni a Dios. Si se le aparece un ser y le dice que es Dios, que lo mande a hacer puñetas.

-A pesar de que vivimos en la era de la informática, de internet, a pesar de que tenemos miles de satélites en el espacio, e incluso alguna nave acercándose a los límites del sistema solar ¿tu continúas opinando que quedan muchos misterios para la ciencia?

-Muchos. Apenas sabemos nada. Mira, uno de mis pasatiempos favoritos y muy íntimo, en verano porque en invierno no puede ser, es tumbarme en la hierba por la noche, y mirar al cielo. Cuando los perros me dejan, porque enseguida, al verme así, vienen a lamerme y tengo que apartarlos. Pues me echo mirando al cielo, y me imagino que esa bóveda celeste, inmensa, es artificial y que alguien la ha hecho, como esas enormes pistas de hielo cubiertas que he visto en EEUU. Y si ya me maravillo con algunas obras arquitectónicas de la tierra, pues imagina como me siento viendo eso. Y entonces viendo esos miles de estrellas y constelaciones, empiezo a dudar de que todo esto es real. A veces pienso que vivimos en una especie de holograma proyectado por alguien, y que nosotros mismos somos un holograma. El cosmos en un misterio lleno de misterios.

-Ahora que vivimos los conflictos entre católicos y protestantes en Irlanda, el conflicto entre palestinos y judíos en Israel, la crisis entre cristianos y musulmanes tras el 11-S… ¿las religiones siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo?

-Las religiones han sido la mejor estrategia de los dioses para dividirnos. Pero yo creo que allá arriba pasa como aquí abajo. Unos quieres que nos peleemos y otros quieren que nos amemos, porque yo creo que los mismos dioses están enfrentados entre ellos. Y dice un proverbio que cuando dos elefantes se pelean, mueren muchas hormigas. Yo recibo todos los libros de OVNIs que se publican en EEUU, y ahora los más interesantes son los que hablan de la “guerra en los cielos”. Muchos ovniólogos americanos hablan de casos en que se han visto enfrentamientos de OVNIs, como si allá arriba hubiese una guerra, igual que las que nosotros tenemos aquí por culpa de esos mismos dioses que se inventaron las religiones.

-Hablando de Dios y los dioses. ¿Cómo fue la evolución de tu forma de entender los milagros, desde el Freixedo sacerdote al Freixedo investigador de lo paranormal?

-Milagro es como la iglesia llama a los fenómenos paranormales. Ellos creen que es el dedo de Dios el que está detrás de las leyes naturales, rompiéndolas con el milagro, porque es el que las hizo. Pero a eso la parapsicología les llama hechos paranormales, y no hay que acudir a Dios. Aunque algunas veces hay que acudir a los dioses, porque hacen cosas que ya están más allá de la mente humana. Para mi los milagros han sido siempre un tema interesantísimo, porque son una ventana a algo que está detrás. Sobre todo cuando ves que no solo hay milagros en el cristianismo, como yo creía antes, sino que están en todas las religiones.

-¿Pero hay milagros exclusivos de una religión, o son todos universales?

-Están en todos lados, lo que pasa es que la gente no sabe. Los cristianos tenemos los estigmas, por ejemplo, pero yo cuando leí que había místicos musulmanes, que tenían los estigmas de Mahoma, ya empecé a sospechar. Tu acuérdate por ejemplo de aquella celebre batalla que a los cristianos se les aparecía Santiago en su caballo blanco, y leña contra los moros, y al mismo tiempo se les aparece Mahoma a los musulmanes, y leña contra los cristianos, y así, todos a matarse. Para eso les valió el milagro a aquellos pobres demonios manipulados por sus dioses.

-En una de las cosas en que coinciden todas las religiones es en que esta vida no es el fin, y tras la muerte existe algo más. ¿Tu crees en el más allá? Y si es así ¿Cómo te lo imaginas?

-Este es mi tema clave ahora, aunque de esto no puedo hablar delante de mi mujer porque se preocupa. Pero yo tengo ya 80 años. Yo se que ya estoy cerca de cambiar de piso, y a estas alturas ya en cualquier momento te vas para el otro lado. Y todavía hay gente que está atontada con Gran Hermano, y con el fútbol y yo que se. A mi eso ya no me interesa, yo estoy interesado en lo que hay después. Porque yo creo que hay mucha gente que muere, y está tan desubicada que no sabe donde está. Y otros tienen que volver, tienen que reencarnar por imbéciles, porque han desperdiciado la vida con tonterías. Yo ahora colecciono libros sobre el más allá, y hay algunos interesantísimos. Creo firmemente en un más allá, aunque creo que no es igual para todos. Porque sino nada de esto tendría sentido. Pero no se como es, ni yo ni nadie, y el que diga que lo sabe esta diciendo tonterías. No tenemos ni idea. Pero creo que para ese tránsito hay que prepararse. Hay que tener la mente enfocada a eso para que cuando llegue el momento sepas donde estás y no te quedes atrás.

-Hablando del más allá, ¿Por qué no existen ahora grandes médiums de efectos físicos como existían a principios del siglo pasado? ¿Por qué no hay una Eusapia Paladino, un Daniel Duglas Homme, una Florence Cook?

-Si los hay. Yo he visto en Brasil cosas increíbles. He visto aparecer fantasmas, y a mediums hacer operaciones psíquicas espectaculares. Si hay mediums, no tantos como antes, pero hay. Como Pachita, por ejemplo. Cuando yo llegaba a su casa me saludaba, que tal padrecito, y se ponía una especie de casulla y unas estolas, y empezaba a pasar gente. Ella decía, ya esta aquí el hermanito. El hermanito era Cuautemoc, el último emperador azteca, y era el que ella decía que le poseía. Decia, ya esta aquí, y entonces cerraba los ojos y empezaba a dar cuchilladas para arriba y abajo, y operaba siempre con los ojos cerrados. Era una cosa increíble. Y yo he mismo he metido el puñal en un enfermo con ella. Yo he operado. Como no voy a decir que hay grandes médiums aún.

-Pero también hay un lado oscuro en estos temas ¿no?

-Claro. Yo he visto aparecer un fantasma, con un senador, no me acuerdo del nombre, que cada vez que aparecía lo hacía con un estruendo terrible, que yo veía que aquel hombre casi se moría del miedo. Y he visto suicidios, o contactados que han acabado locos. No, yo no le recomiendo a nadie que se meta en estos asuntos si no esta muy equilibrado y tiene la cabeza muy bien amueblada.

-¿Y las apariciones marianas?

-Otro juego de los dioses. Mira me acuerdo un dia que estaba con la inefable Pitita Ridruejo en el Escorial, con Amparo, la vidente. Y resulta que llevaron a dos budistas, de estos con el manto naranja, que llevaron allí para que vieran el milagro de la virgen. Y estabámos allí cuando apareció la Virgen con el perfume a rosas y todo eso. Y cuando acabó todo se fueron a aquellos dos monjes budistas, pensando que los habían convertido ya al ver todos los milagros de la aparición y ellos muy tranquilos dijeron, no, son devas manifestándose. Porque en su religión tienen a los devas y los ashuras, como nosotros tenemos a los ángeles, los musulmanes a los jinas y todo eso. Todo es lo mismo.

Yo naci en una familia religiosa. Mi hermano era jesuita, mi hermana era monja, un hermano de mi padre fue cura, mi padre casi llego a ordenarse, mi madre tenía dos hermanas monjas, y ella era mas monja que sus hermanas, mi primo Darío era jesuita… con una familia así, yo nací ya destinado. A los 16 años entré en los jesuitas, y en los dos años de noviciado me dieron ese lavado mental bárbaro que te dan, que yo aun hay dias que sueño con sotanas, todavía. 30 días de ejercicios espirituales, sin hablar con nadie, rezando y rezando. Una cosa tremenda. Y en 1947, cuando llegue al puerto de Nueva York dije, esto es otro mundo. Y después en La Habana, cuando empecé a trabajar con la gente, empecé a pensar por mi mismo, y a deducir que las cosas no eran como me habían enseñado en el seminario. Pero yo se lo debo todo a los OVNIs, porque gracias a ellos empecé a usar mi mente y a ser libre para escoger lo que quería creer, cosa que no había podido hacer antes. Y el día que yo llegué a la conclusión que el fenómeno OVNI era real, ese día se me calló el mundo encima y empecé a replanteármelo todo. Estos seres creen en Jesucristo, están o no redimidos, tienen un infierno… y con esas preguntas internas fui evolucionando.

-¿Realmente es posible la autocrítica espiritual?

-Mi primer libro fue “40 casos de injusticia social”, pero en ese libro yo aun defendía la doctrina social de la Iglesia de Leon XIII, y con ese libro me echó Batista de Cuba, y me mandaron para Puerto Rico. Y ahí es donde escribí “Mi Iglesia Duerme”, y ahí es donde se armó el escándalo y me dijeron mejor que te vayas, porque esto ya no esta bien. Y me fui. Y entonces ya escribí “El cristianismo un mito más”, que fue como reafirmarme en mi crítica a la Iglesia, y después ya empecé a escribir sobre OVNIs, y parapsicología, y hasta hoy.

-¿Tu crees, que igual que el cristianismo no hace justicia, me refiero a justicia social, al Jesús de Nazaret, no puede ocurrir lo mismo con los otros fundadores de religiones?

-Igual. Mira, cuando se murió Mahoma se dividieron en chiitas y sunitas, que no se pueden ver. Se murió Buda, y se partieron en la doctrina mahayana y hinayana creo que se llama. Se murió el fundador, y en todas las religiones empiezan las peleas por el poder, y se pierde el mensaje de su creador.

-¿Cómo haces parta tener las ideas tan claras y tanta lucidez, leyendo tantos libros al dia, dando conferencias, participando en congresos, programas de radio y televisión…? ¿ No sufres ningún tipo de desgaste mental?

-Yo, para ejercitar la memoria, que a mi edad ya empieza a fallar un poco, me aprendo de memoria poesias, por ejemplo. O voy traduciendo al inglés mentalmente, cuando alguien está hablando, para ejercitar la mente. Porque la mente hay que ejercitarla, como el cuerpo. Y no pienso entregársela a los dioses, sin plantarles batalla…

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