Desde Italia hasta USA, pasando por Inglaterra, Alemania o Francia se encuentran numerosos ejemplos en la historia de su jurisprudencia de hombres lobo. La Francia del siglo XVI por ejemplo, fue azotada por una auténtica epidemia de crímenes y canibalismo relacionados con supuestos licántropos.
Solo entre 1589 y 1610 se registraron 30.000 casos de personas que se pretendía podían transformarse en animales. La mayor parte de ellos fueron quemados vivos, decapitados o ahorcados, acusados de asesinato, antropofagia y brujería.
En España tan solo ha existido un caso. Pero que por su gran documentación, repercusión social y componentes insólitas resulta fascinante: el caso de Manuel Blanco Romasanta, el Hombre-Lobo de Allariz.
El 6 de abril de 1853 se dictaba, en el Juzgado de Allariz (Orense) la sentencia condenatoria contra el único "Hombre-Lobo" juzgado en España.
Manuel Blanco Romasanta fue declarado culpable de haber asesinado, descuartizado y devorado con sus propias manos, a más de una docena de hombres, mujeres y niños. Romasanta confesó al poco de ser detenido, que víctima de una maldición familiar en su aldea natal de Orense, sufría una metamorfosis que lo convertía en lobo durante el periodo de varios días. En ese tiempo, según Romasanta, perdía toda conciencia humana, y dejándose llevar por los instintos de la bestia asesinaba, descuartizaba y devoraba a sus víctimas con sus propias manos (¿zarpas?) y dientes...
Los jueces demostraron que Romasanta había asesinado a numerosas personas, había vendido sus bienes personales e incluso condujo a los letrados al lugar donde había cometido sus crímenes, encontrándose allí restos humanos de las víctimas. Sin embargo el abogado defensor utilizó como argumento que, según los restos hallados, varios de los crímenes fueron perpetrados por un lobo real, "luego no pudo haberlo hecho mi cliente". Pero esto solo ha hecho pervivir la leyenda de que Romasanta ciertamente se convertía en lobo, y todavía hoy el extenso sumario sobre el caso, que se conserva en el Archivo Histórico del Reino de Galicia (más de dos mil folios manuscritos) continúa designado oficialmente como: "Causa contra el Hombre-Lobo Manuel Blanco Romasanta".
Los jueces demostraron que Romasanta había asesinado a numerosas personas, había vendido sus bienes personales e incluso condujo a los letrados al lugar donde había cometido sus crímenes, encontrándose allí restos humanos de las víctimas. Sin embargo el abogado defensor utilizó como argumento que, según los restos hallados, varios de los crímenes fueron perpetrados por un lobo real, "luego no pudo haberlo hecho mi cliente". Pero esto solo ha hecho pervivir la leyenda de que Romasanta ciertamente se convertía en lobo, y todavía hoy el extenso sumario sobre el caso, que se conserva en el Archivo Histórico del Reino de Galicia (más de dos mil folios manuscritos) continúa designado oficialmente como: "Causa contra el Hombre-Lobo Manuel Blanco Romasanta".
Los agentes de la Guardia Civil que detuvieron a Romasanta jamás pudieron saber a ciencia cierta si realmente este se convertía en lobo para cometer sus asesinatos. De igual manera que otros agentes de la ley que han tenido que enfrentarse al misterio en España han tenido que rubricar sus informes con el calificativo de "inexplicado".
Una aproximación científica
Romasanta, como otros muchos criminales similares, consiguió que su pena de muerte se conmutase (murió de causa natural en la cárcel de Allariz), ya que se terminó deduciendo que solo podía tratarse de un enfermo mental que, creyéndose lobo, cometía tan horribles crímenes.
En numerosas ocasiones ha ocurrido lo mismo. La ciencia no puede admitir que un hombre se transforme en animal, por lo tanto es imposible aceptar la licantropía como un fenómeno físico. En su defecto biólogos, psiquiatras y antropólogos han intentado encontrar explicaciones racionales a esta leyenda.
En numerosas ocasiones ha ocurrido lo mismo. La ciencia no puede admitir que un hombre se transforme en animal, por lo tanto es imposible aceptar la licantropía como un fenómeno físico. En su defecto biólogos, psiquiatras y antropólogos han intentado encontrar explicaciones racionales a esta leyenda.
Recientemente científicos mexicanos y norteamericanos anunciaron haber descubierto el gen que, al mutarse, genera la Hipertricosis Generalizada Congénita o "síndrome del hombre lobo". Esta mutación genética hereditaria produce un crecimiento anormal del pelo por todo el cuerpo, a excepción de la palma de las manos y planta de los pies, que da al enfermo todo el aspecto de un hombre-lobo u hombre-perro clásico.
Según el Dr. Jose Cantu, director del departamente de genética del Instituto de la Seguridad Social de Guadalajara (México) donde se produjo hace unos años el caso de tres niños-lobo que conmocionó al mundo, "el origen más probable de esta enfermedad es que una mutación haya despertado un gen que había sido apartado durante la evolución".
A este respecto el biólogo Brian K. Hall, de la Universidad Dalhousie de Halifax (USA) añade que "los genes almacenan una gran cantidad de información durante mucho tiempo. Simplemente porque un animal deje de utilizar un gen no significa que su información desaparezca". En otras palabras, el gen que cubría de pelo los cuerpos de nuestros más remotos antepasados, como el australopitecus o el neardentalensis, para protegerlos del frío invernal, podría activarse en determinados humanos por una malformación genética, convirtiéndolos en auténticos hombres-lobo.
A este respecto el biólogo Brian K. Hall, de la Universidad Dalhousie de Halifax (USA) añade que "los genes almacenan una gran cantidad de información durante mucho tiempo. Simplemente porque un animal deje de utilizar un gen no significa que su información desaparezca". En otras palabras, el gen que cubría de pelo los cuerpos de nuestros más remotos antepasados, como el australopitecus o el neardentalensis, para protegerlos del frío invernal, podría activarse en determinados humanos por una malformación genética, convirtiéndolos en auténticos hombres-lobo.
Otra enfermedad genética que podría haber alentado el mito del licántropo es la Porfídia Congénita. Esta enfermedad provocada por un gen recesivo produce trastornos fisiológicos y mentales colo la fotosensibilidad, que obliga al enfermo a vivir de noche, hipertricosis, lesiones cartilaginosas y de la médula osea que le incitan a caminar a cuatro patas o encorvado, y depósitos de porfirina que enrojecen los ojos y dientes, que a su vez pueden resultar mas protuberantes y aparentemente afilados.
No cabe duda que, si en cualquier aldea de la Europa medieval, o del actual Haití o Africa, un sencillo campesino se topase en una noche de plenilunio, con un enfermo de porfiria o hipertricosis, estaría firmemente convencido de haberse topado con un auténtico y real hombre-lobo. Y nadie podrá convencerle de lo contrario.
© Carballal,1993
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