En 2004 el conocido y prestigioso ufólogo Scott Corrales publicaba la noticia de que un ovni se había estrellado en suelo venezolano:
“An unidentified flying object crashed last Saturday, May 15, 2004 in the vicinity of the Raul Leoni Hydroelectric Station, also known as the Guri Dam, located on the Caroni River some 100 kilometers from the mouth of the Orinoco River at Puerto Ordaz, Ciudad Bolivar (updated information).
Un objeto volante no identificado se estrelló el pasado sábado, 15 de mayo de 2004 en las inmediaciones de la Estación Hidroeléctrica Raúl Leoni, también conocida como la Represa de Guri, ubicada en el río Caroní a unos 100 kilómetros de la desembocadura del río Orinoco en Puerto Ordaz, Ciudad Bolivar”.
The accident, which occurred in the early hours of last Saturday, was witnessed by workers of the dam in question and took place to the northwest of this lo.
El accidente fue presenciado por los trabajadores de la presa y estrictas medidas de seguridad fueron adoptadas de inmediato por miembros activos de la Guardia Nacional, que procedió a acordonar la zona.
The presence of US personnel was also observed, a common feature in all crashes involving UFOs.
Según Corrales, la unidad de sismografía venezolana detecto un movimiento sísmico inusual en el momento del accidente, un detalle que recuerda el de Roswell… Sin embargo no se supo más sobre la naturaleza de aquel objeto."
Al año siguiente, el 19 de octubre de 2005, numerosos testigos, como Carmen Pérez, reportaron la presencia de un ovni de grandes dimensiones, estático sobre La Pastora, al oeste de Caracas:
“En un principio pensé que era un avión, pero al mirarlo detalladamente, noté que aquello que permanecía suspendido en el aire no era nada conocido. Tenía forma circular y presentaba un color grisáceo brillante, quizás de tipo metálico. En la parte trasera dos barras alargadas que parecían ser sólidas, por lo que estoy segura que no era ni humo ni fuego”.
A las seis y quince minutos de la tarde Darío Castillo, de 18 años de edad, observó por sugerencia del taxista que lo trasladaba desde Chacaito hasta el centro de Caracas, el desplazamiento de un objeto “grande y de color oscuro” sobre el oeste de la ciudad:
“Íbamos por la cota mil (corredor vial), casi llegando a Maripérez, y el señor que manejaba el taxi me preguntó con asombro, ¿estás viendo aquello que está allá? (a su izquierda), de pronto, cuando volteo, algo raro venia cayendo del cielo.
Quedé en shock y pensé, ¡esto es fin de mundo!, porque me acordé que mi novia, quien vive en el Estado Falcón, me dijo que allí había caído el día anterior (18 de Octubre) un meteorito o algo así, y justo esa misma tarde se registraron varios temblores de tierra en esa región”.
Una reseña realizada por el diario La Voz, en su edición del 20 de Octubre, señala que un movimiento sísmico de 2,2 grados en la escala de Ricther se produjo en horas de la tarde del pasado miércoles 19 en el estado Falcón. Asimismo, se supo por la misma fuente periodística que a las 5:58 de la mañana de este mismo día se produjo un primer movimiento telúrico cuyo epicentro fue localizado en Caja Seca con una intensidad de 2.2 en la escala de Ritcher.
Declaraciones ofrecidas por el segundo comandante del Cuerpo de Bomberos del municipio Miranda del estado Falcón, Paulo Zavala, plantean la posibilidad de que restos de un “aerolito o desecho espacial” hayan caído la mañana del 18 de Octubre sobre el estado Falcón:
“En un principio se pensaba que la explosión había sido de un oleoducto y luego se manejó la posibilidad de que se hubiese caído alguna aeronave, pero esas dos hipótesis quedaron descartadas y la situación ha sido tratada como la caída de un aerolito o desecho espacial”, expresó Zavala.
Por su parte, voceros de Protección Civil (PC) del estado Falcón, informaron que el supuesto aerolito “cayó en la Playa El Túnel del sector Bojoro, a escasos cinco kilómetros de la carretera Falcón-Zulia”. Se pudo saber que grupos de rescate de este organismo, así como de los Bomberos de la ciudad de Coro y Bomberos de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), realizaron las respectivas pesquisas sin obtener resultados positivos.
Dos años después la historia se repite, esta vez en la localidad de Río Chico, donde 2 testigos afirmaron haber visto el aparente estrellamiento, el 29 de junio de 2007, de un objeto desconocido sobre el cerro El Bachiller, en el estado Miranda.
Hector Escalante recogió el testimonio de María Arráez, según la cual:
“La supuesta aeronave era de color “grisáceo” y pudo ser vista mientras atravesaba el cielo a gran velocidad y de manera descendiente, hasta que se aproximó a los alrededores de la montaña, donde “desapareció”.
Ante los llamados realizados por algunas autoridades del municipio Páez, funcionarios de la Organización Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres, realizaron una intensa búsqueda aérea y terrestre en la zona. En ese sentido, el titular del mencionado organismo, Coronel Antonio Rivero, informó que de acuerdo con la inspección realizada, se pudo determinar que “no hubo ningún siniestro aéreo” en el cerro El Bachiller.
Presumiendo que pudiese tratarse de un vuelo ilegal, Protección Civil solicitó a las autoridades aeronáuticas del país mayor información al respecto, a lo que estas de inmediato respondieron que “no había confirmación de vuelo de aeronaves en la zona ni en situación de emergencia, lo que implica que podría ser un vuelo irregular o clandestino, pero en todo este tiempo nadie encontró los restos ni tampoco se informó de ninguna desaparición en la zona.
UN PASADO MISTERIOSO
El arqueólogo Pablo Novoa ha realizado muchos estudios sobre arte rupestre, tanto en Europa como en Africa y América, pero posiblemente ha sido en Venezuela y concretamente en el estado de Barinas donde ha desarrollado mas trabajos de campo. Según explica Novoa, resulta muy difícil explicar muchos grabados rupestres que ha encontrado en enclaves arqueológicos venezolanos, que son absolutamente idénticos a los descubiertos en Galicia, las Islas Canarias o el norte de Africa.
Según las leyendas recopiladas por Novoa entre los nativos de la selva venezolana, muchas tradiciones orales antiguas vinculan a los constructores de esos grabados rupestres con los dioses venidos de las estrellas. Pero en la actualidad también existen esas visitas.
Pablo Novoa ha descubierto también evidencias OVNI actuales durante sus investigaciones arqueológicas en las llanuras de Venezuela. Mientras estudiaba un enclave arqueológico, el alcalde de un municipio, en la zona de Boca de Anaro, le dijo que un campesino del lugar había vivido unas experiencias muy curiosas sobre el avistamiento de lo que él llamó platillos volantes, conocidos como ovnis, y también de personajes que se desplazaban en esos aparatos. Se trasladó allí y logró fotografiar varias marcas en el suelo donde le indicaron que se habían posado esas naves:
«Había unos círculos y la tierra estaba quemada. Tomé muestras y se las entregué a unos científicos para que las estudien», afirmó el arqueólogo.
Según confiesa, el mismo ha tenido la oportunidad de ver luces de origen desconocido en los cielos…
© Carballal, 2008
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