En 1992 el Ejército del Aire Español abría sus archivos OVNI al gran público. Sin embargo existen evidencias de que la Armada, el Ejército de Tierra y los cuerpos policiales también poseen informes sobre incidentes OVNI. Pero sin duda, el más voluminoso, por corresponderles la vigilancia de los núcleos rurales donde se producen el 90% de los casos OVNI, es el archivo secreto de la Guardia Civil…
“Yo estaba destinado en Asturias en aquella época. Hacía días que la gente del pueblo venía hablando de cosas raras en los cielos, y varios compañeros y yo patrullábamos por los montes de la comarca para intentar averiguar que podían ser aquellos fenómenos de los que hablaban los vecinos. Y una noche a mi y a varios compañeros, también guardias civiles, nos tocó encontrarnos con aquello cara a cara.
Era una esfera luminosas, muy grade, que cruzó el río y se paró muy cerca de la patrulla.
Nos dejamos llevar por el pánico y apuntamos nuestras armas hacia aquello con intención de disparar… pero todas se encasquillaron y no salió ni un tiro…"
Quien me relataba esta historia era el Subteniente Miguel L., comandante de puesto de la Casa-Cuartel de la Guardia Civil en la población coruñesa de Sada. Su experiencia personal, con un fenómeno no identificado, fue el detonante de que, años después, el 5 de diciembre de 1989, decidiese prestar atención a la llamada telefónica que se recibía en el cuartelillo, de un ciudadano que quería denunciar la presencia de un “disco volador”.
Probablemente cualquier otro comandante de puesto habría hecho caso omiso, pero cuando el sargento le comunicó que un ciudadano llamaba a alarmado al cuartel porque un OVNI estaba sobrevolando la zona, el comandante de puesto recordó su experiencia personal, y ordenó al sargento que no sólo atendiese la llamada, sino que comprobase si el fenómeno era real.
Esa noche, y gracias a la decisión de aquel comandante de puesto, varios agentes de la benemérita certificaron la presencia del OVNI, y alertaron al Centro de Control de Vuelo del Aeropuerto de Santiago de Compostela, quien a su vez notifico al Ministerio de Defensa la presencia de un “disco plateado con aureola resplandeciente” en el espacio aéreo español.
Aunque el Ejército del Aire ya ha desclasificado el expediente oficial que redactó sobre este caso, los informes sobre el incidente redactados por la Guardia Civil continúan siendo información clasificada. Pero hemos tenido acceso a ellos, y a muchos otros informes, testimonios, y expedientes OVNI redactados por la Guardia Civil, y nunca antes publicados.
¿El mayor archivo OVNI oficial?
En 1983 el General Andrés Cassinello, que llegaría después a ser un personaje relevante del espionaje español, aún era General Jefe del Estado Mayor de la Dirección General de la Guardia Civil.
El 14 de octubre de ese año, el General Casisinello dirigía una carta a Andreas Faber Kaiser, legendario investigador OVNI español que entonces dirigía la revista Mundo Desconocido, en la que le facilitaba un documento único; un estadillo de 25 incidentes OVNI recogidos por la benemérita entre el 1 de julio de 1953 y el 20 de julio de ese año 83. Cada referencia casuística se acompañaba de un resumen del caso, incluyendo fechas, horas y nombres de los testigos.
En base a ese documento sabemos que, por ejemplo:
- El 1 de julio de 1953, en Villares del Saz (Cuenca) “El vecino D. Maximo Muñoz Herraiz… guardando las vacas, vio como se posaba en la tierra un artefacto en forma de plato, grande y muy brillante, del que descendieron unos seres amarillos de unos 60 cm. de altura…”
- El 11 de mayo de 1970, en Morón de la Frontera (Sevilla), “en plantación de girasoles quedaron huellas de cuatro objetos cónicos, uno en el centro de mayor dimensión y los tres restantes formando trípode. Las plantas de las inmediaciones estaban quemadas…”;
- El 30 de junio de 1975, en Rosal de la Frontera, “ una señora de 46 años observó en el espacio un objeto de luminosidad intensa, a unos 20 m. de altura y 70 de distancia, extrañándole que el mismo no produjese ruido alguno… por Fuerzas de la Guardia Civil se practicó la inspección ocular en el lugar de los hechos sin resultado positivo”.
Todas estas descripciones de los invidentes están extraídas literalmente del documento de Cassinello.
Pero por supuesto los informes y expedientes de cada caso continuaban, y continúan, sepultados en los archivos de la Guardia Civil. Sabemos que existen, pero no los hemos visto. Sin embargo en algunos casos hemos conseguido acceder a los testimonios, tanto de los guardias civiles como de los testigos implicados, y reconstruir así el incidente.
Por ejemplo, Cassinello se refiere en su listado al aterrizaje OVNI acontecido el 24 de mayo de 1974 en San Clemente (Cuenca) de esta manera:
“… Demetrio Carrascosa Martínez, que realizaba sus actividades laborales como Guarda Jurado del Coto de Caza CU-10.193, vio un objeto no identificado que se posó en campo sembrado de yeros, ocupando el referido objeto un espacio de 3 o 4 metros cuadrados, en forma de trípode. Tenía muchas ventanillas de color amarillo o caqui; al tratar de acercarse a el, levantó vuelo llevando consigo gran iluminación…”.
Pues bien, hoy sabemos, aunque el General no lo mencione, que la investigación de este incidente fue dirigida por el Teniente Salvador Fernández, jefe de línea en de la guardia civil en la zona.
El Teniente Fernández no solo tomó declaración al testigo, sino que lo acompañó al lugar del aterrizaje, donde “encontramos en el sembrado de legumbres un trozo mas seco, como si estuviera solanao. Estaba todo el campo verde menos esa zona, que incluso tenía las plantas caídas. Pudimos ver como la zona de tierra alrededor y las hendiduras estaban totalmente caídas”, según recordaría años después al periodista Paco Contreras.
El 1 de junio de 1974, el ABC publicaba el reportaje: “Tras las huellas de un OVNI”, sobre el aterrizaje en Cuenca, pero para entonces el Teniente Fernández ya había redactado su informe sobre el caso, enviándolo a sus superiores.
Al igual que el caso de San Clemente, todos los incidentes mencionados en este estadillo, facilitado por el Director General de la Guardia Civil en 1983, encierran una investigación oficial de la benemérita. Ese listado fue la primera evidencia irrefutable de que existían informes oficiales sobre OVNIs en poder de la Benemérita, que nunca han sido desclasificados pero ¿y desde 1983?
Tras el paso del General Cassinello por la Dirección General de la Guardia Civil, la colaboración de la benemérita con los ufólogos, a nivel oficial, se estancó hasta marzo de 1993. Pero ¿Qué ocurrió en esos años?
Según todas las estadísticas ufológicas internacionales, el mayor porcentaje de avistamientos de OVNIs se produce en el contexto rural, y lejos de las grandes ciudades. En esos casos la jurisdicción policial pertenece a la Guardia Civil, por eso, cuando un testigo desea notificar un incidente OVNI, o las autoridades militares reclaman un interrogatorio o una investigación sobre el terreno, esta responsabilidad policial cae en manos de la benemérita.
Por esta razón tan obvia y evidente, existen una cantidad incalculable de informes, notas y expedientes oficiales sobre fenómenos anómalos, dispersa en los diferentes archivos de la Guardia Civil. El problema es que, salvo el estadillo del General Cassinello, no nos consta que esa documentación se haya centralizado en un mismo archivo en ningún momento. Y por el contrario, deduzco que se haya dispersa en las comandancias, casas-cuartel y cuartelillos de toda España. Pero existe. Y más aún. En algunos casos, los guardias civiles no se han limitado a recopilar o investigar incidentes OVNI de otros testigos civiles, o no. Existen casos en los que los mismos funcionarios de la benemérita, se han convertido en protagonistas personales del fenómeno.
© Carballal, 2009
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