Políticos, policías, famosos, sacerdotes y militares pueden ser sinceros al relatar sus experiencias. En estos casos el fraude es muy contraproducente, pero ello no significa que tales testigos estén especialmente cualificados para reconocer los objetos volantes que no han sabido identificar con nada conocido... para ellos.
¿Y por qué un astrónomo, que pasa tantas horas vigilando el cielo, jamás ha visto un OVNI?
Esta es otra de las preguntas habituales entre los más recalcitrantes escépticos, cuando lo cierto es que no sólo numerosos astrónomos, metereólogos y demás científicos han visto OVNIs, sino que han facilitado a los investigadores algunas de las evidencias y datos más sustanciosos. De hecho, la primera fotografía OVNI de la historia fue obtenida precisamente por un astrónomo.
Ciertamente, ya se habían recogido episodios similares en los observatorios astronómicos con anterioridad. Algunos casos, como la formación de OVNIs contemplada sobre el sol por dos astrónomos de Basilea el 12 de Agosto de 1762, presentaba descripciones casi idénticas a lo que un siglo después contemplarían los astrónomos de Zacatecas.
Sin embargo, hubo que esperar hasta el 12 de Agosto de 1883 para registrar fotográficamente aquellos objetos. Desde entonces inifinidad de astrónomos han protagonizado episodios similares; el profesor Swift, los profesores Hines y Zentmayer, el Dr. Schafarick, el Dr. Klein o incluso Sir John Frederick Herschel (hijo del descubridor del Urano), son elocuentes ejemplos.
No podemos olvidar al célebre Dr. Josep Allen Hynek, asesor de las Fuerzas Aéreas norteamericanas en materia OVNI, que pasó del más estricto escepticismo en la investigación, al adentrarse en el fenómeno, y que también vio un OVNI en 1972, durante un viaje en avión, pudiendo fotografiar el mismo a través de la ventanilla de la aeronave.
Este tipo de casos suelen tener un especial valor, en tanto estos especialistas conocen sobradamente los fenómenos astronómicos (meteoritos, conjunciones planetarias, astros como Venus o Júpiter, etc.) que podrían confundir a los profanos. Además, son capaces de registrar instintivamente datos como la situación celeste del objeto avistado, velocidades, dirección, etc., que quizá a otro tipo de testigo le podrían pasar desapercibidos.
Algo similar ocurre, por ejemplo, con los metereólogos. Existen casos realmente enriquecedores en los que no sólo los testigos son veteranos observadores en meteorología (capaces de reconocer una refracción solar, una inversión térmica, un globo-sonda, un rayo globular, etc.), sino que el avistamiento se produce en condiciones especiales para recabar datos sobre la observación. Por ejemplo, el 23 de Octubre de 1958, José Luis Calviña y Francisco Villenoel se encontraban lanzando un globo de sondeo meteorológico en el observatorio de meteorología de La Coruña (el 8 de Febrero de 1956 el propio Director del observatorio también había visto un OVNI) a las 17,45 horas. De repente observaron un objeto lenticular plateado que pasó sobre el grupo del teodolito. En ese momento el globo sonda supuso una excelente referencia para recoger datos sobre el OVNI.
En estos casos resulta difícil encontrar una explicación natural para esos OVNIs, si el testigo, un veterano profesional de la astronomía o la meteorología, no lo ha hecho ya.
Recordemos además que, paradójicamente, el primer contactado, George Adamski, era una veterano astrónomo aficionado en las cercanías del Monte Palomar...
Dentro también del mundo académico existen millares de informaciones OVNI provenientes de los más reputados científicos. Ingenieros, químicos, físicos, técnicos, biólogos..., todos los campos de especialidades científicas están presentes en los testimonios de avistamientos e incluso de encuentros cercanos. A este respecto probablemente el caso más polémico y espectacular es el de Daniel Fry.
El Dr. Daniel Fry, del London College de la Universidad de St. Andrews, es uno de los padres de la bomba atómica y uno de los primeros investigadores que trabajó en Estados Unidos en proyectos espaciales gubernamentales. A su mente privilegiada se debe el diseño de los elementos de guía del cohete impulsor en el Proyecto "Atlas".
Pues bien, este excepcional científico protagonizó uno de los episodios más extraordinarios de la historia OVNI cuando tuvo la oportunidad, según relató posteriormente en su libro "Encuentro en White Sands", de contemplar un espectacular "Disco Volante", que aterrizaría y en el cual podría penetrar realizando un viaje dentro de la nave.
Fry, que posteriormente tendría otros contactos, realizó unas fotografías y filmaciones de dicha nave difíciles de superar en cuanto a nitidez y claridad.
En la misma base aérea de White Sands, donde Fry vivió sus encuentros OVNI, otros científicos como el ingeniero Charles B. Moore, y otros miembros del personal técnico de la White Sands Proving Ground Navy Unit, protagonizaron experiencias OVNI.
Respecto a científicos y académicos como testigos OVNI, la extraordinaria oleada de avistamientos que se viene produciendo en Bélgica desde final de 1989, ha tenido como protagonistas a numerosos científicos que se atrevieron a estudiar "in situ" el fenómeno.
Uno de ellos, el Dr. Leon Brenig, especialista en Física Teórica de la Universidad Libre de Bruselas, describía el objeto que pudo observar a través de los prismáticos durante una vigilancia nocturna en Marzo de 1990, como "un enorme objeto triangular, de unos cincuenta metros de largo, que realizó unos insólitos cambios de dirección difíciles de concebir en una nave convencional...".
© Carballal,1991
Comentarios
Publicar un comentario