- 216 a.C.
Julius Obsequens, en Prodigium:
"En el día de la batalla de Cannae, entre los romanos y los cartagineses fueron observados objetos redondos y otros en forma de navío, fenómeno que duró toda una noche. Desde el suelo era posible distinguir "formas blancas" a bordo de aquellos objetos que se mantenían en el cielo, pero se podían observar desde tierra a voluntad".
- 214 a.C.
Nuevamente es Tito Livio quien relata, en su Libro XXI, cómo se vio en Adria una plataforma en el cielo, y próximo a ella una forma de "hombre vestido de blanco". En el Libro XXIV recoge incidentes extraños en Adria donde fue visto un "altar el cielo (entre otros muchos fenómenos). Algunos aseguraron haber visto armadas legiones sobre el Janículo.
Y en los libros XXIV y XLIV "fueron vistas en el río (Tarracina) naves de guerra de formas que no existían".
- 212 a.C.
En el Libro XXV dice Livio:
"Fue avistada una "piedra grande" que volaba en el cielo en Rhaetia".
- 206 a.C.
También es Tito Livio quien recoge le este año que dos soles se vieron en Alba (ciudad de Lacio), y en Fregelle se hizo oscuridad en la noche.
- 204 a.C
Dos soles se vieron en el cielo en Italia y en Setía un meteoro fue visto cruzando de Este a Oeste.
- 175 a.C.
Escribe Julio Obsequens que en Latium (ciudad de Lacio) fueron vistos soles brillantes en el cielo al mismo tiempo y varias antorchas cayeron aquella noche en Lanuvia.
- 174 a.C.
Según Plinio (Libro II, XXXI), en Roma, "fueron vistos tres soles".
- 173 a.C.
Los historiadores Tito Livio y Julio Obsequens citan sendos incidentes en Lanuvium y Privernum, respectivamente. En el primero "fue avistado en el cielo una gran flota de navíos del espacio", y en Friverum una extraña 'lana gris"cubrió el suelo.
- 171 a.C.
Anonadados, los respetables componentes del foro romano pudieron observar tres soles brillando al mismo tiempo, según informa el recopilador Lycosthenes.
- 170 a.C.
En La crónica de los OVNI, Bougard recoge cómo en la Vía Apia a unos veinticinco kilómetros de Roma, fue visto un espectáculo notable; una flota de naves en los aires.
- 167 a.C.
En Lanuvium fue vista una brillante antorcha en el cielo, según recoge Julius Obsequens.
- 166 a.C.
Mientras en el territorio de Vei creció lana en los árboles, según Obsequens, en Lanuvio fue nuevamente observada una antorcha en el cielo y en Casini fue visto un sol por varias horas en plena noche.
- 163 a.C.
En Capua fue visto el sol de noche. En Forini fueron vistos dos soles durante el día; el cielo estaba ardiendo. En Cefalonia pareció provenir del cielo sonido de trompetas.
Hubo una lluvia de tierra. Un viento impetuoso derribó casas y arrasó sembrados. De noche brilló un sol aparente en Pisauro.
Hubo una lluvia de tierra. Un viento impetuoso derribó casas y arrasó sembrados. De noche brilló un sol aparente en Pisauro.
- 154 a.C.
En Compsa (ciudad de Sammio) parecieron volar armas a través del cielo, según reseña Julius Obsequens.
- 152 a.C.
En muchos lugares de Roma fueron vistas apariciones vestidas con ropas blancas que, a cada intento de aproximación, desaparecían de repente.
- 140 a.C.
En Praeneste (ciudad de Lacio, Italia), parecían haber caído, igual que en Cefalonia, "imágenes"del cielo.
- 137 a.C.
En Praeneste (ciudad de Lacio) fue vista una antorcha ardiente en el cielo.
- 134 a. C.
En Amiternum (ciudad de Sabinos), durante algún tiempo la luz del sol fue vista de noche.
- 127 a.C.
En la ciudad de los Volscos de Fruosino, fue vista en el cielo una antorcha encendida, según cita Julius Obsequens.
- 122 a.C.
En Prodigium, capítulo 114, se recoge que en Galium (Sicilia) fueron observados tres soles y tres lunas.
- 118 a.C.
Plinio menciona en su Libro II, XXXI, cómo en Roma fueron vistos tres soles. Y añade:
"Se informa también de que varios soles fueron vistos a mediodía en el Bósforo y que duraron desde el orto hasta el ocaso".
"Se informa también de que varios soles fueron vistos a mediodía en el Bósforo y que duraron desde el orto hasta el ocaso".
- 116 a.C.
Lycosthenes recoge que en Lacio se vieron tres soles en el cielo ese año, mientras Plinio (Libro II, XXXI) añade que en Remo también se observó el mismo fenómeno:
"Una luz en el cielo de la noche, el fenómeno generalmente llamado soles nocturnos, fue visto durante el consulado de Cayo Cecilio Cneo Papirio, y a menudo, en otras ocasiones, causando una aparente luz diurna en la noche".
"Una luz en el cielo de la noche, el fenómeno generalmente llamado soles nocturnos, fue visto durante el consulado de Cayo Cecilio Cneo Papirio, y a menudo, en otras ocasiones, causando una aparente luz diurna en la noche".
- 106 a.C.
Obsequens recoge un nuevo incidente insólito en Roma:
"Fue oído un alboroto en el cielo y parecieron caer jabalinas de él. Hubo una lluvia de sangre. En Roma fue vista una antorcha en el cielo".
"Fue oído un alboroto en el cielo y parecieron caer jabalinas de él. Hubo una lluvia de sangre. En Roma fue vista una antorcha en el cielo".
- 103 a.C.
Varios incidentes aéreos anómalos fueron recogidos por los historiadores en este año. Plutarco, en su Cayo Mario, menciona las muchas señales que aparecieron en el cielo. Pero de Merla y Tuda se informó que de noche habían sido vistos flamígeras lanzas y escudos voladores, que al principio se movían en distintas direcciones y luego chocaron entre sí, representando los movimientos de los hombres en la batalla. Finalmente unos cedieron mientras otros los presionaban en persecución, y todos ellos se desplazaban hacía el Oeste.
Julius Obsequens, en Prodliorum Liber describe:
"La Luna, con una estrella, apareció de día desde la hora tercia a la séptima. En la hora tercia del día un eclipse de sol produjo oscuridad. Llovió leche en el campo votivo. En Picena (Adriático) fueron vistos tres soles".
Plinio el Viejo recoge en su Historia Naturalis (Libro II, LVIII):
"Nos cuentan que durante las guerras contra los cimbios se oyeron ruidos de metálicas armaduras y sonidos de trompetas procedentes de lo alto, y lo mismo ha sucedido frecuentemente tanto antes como después. En el consulado de Mario, los habitantes de Ameria y Turder vieron ese espectáculo de ejércitos celestiales avanzando del Este y Oeste para enfrentarse en batalla, siendo derrotados los del Oeste".
Julius Obsequens, en Prodliorum Liber describe:
"La Luna, con una estrella, apareció de día desde la hora tercia a la séptima. En la hora tercia del día un eclipse de sol produjo oscuridad. Llovió leche en el campo votivo. En Picena (Adriático) fueron vistos tres soles".
Plinio el Viejo recoge en su Historia Naturalis (Libro II, LVIII):
"Nos cuentan que durante las guerras contra los cimbios se oyeron ruidos de metálicas armaduras y sonidos de trompetas procedentes de lo alto, y lo mismo ha sucedido frecuentemente tanto antes como después. En el consulado de Mario, los habitantes de Ameria y Turder vieron ese espectáculo de ejércitos celestiales avanzando del Este y Oeste para enfrentarse en batalla, siendo derrotados los del Oeste".
- 100 a.C.
Un escudo ardiente y resplandeciente atravesó el cielo de Oeste a Este al ocaso del sol, lanzando chispas durante el consulado de Lucius Valerius y Calus Marius.
- 93 a.C.
En Volsini, cita Faber Kaiser en Las Nubes del Engaño, parecieron brotar llamas del cielo al alba, y después de que se juntaran todas, la llama desplegó una gran aventura gris y pareció dividirse el cielo y de la hendidura aparecieron lenguas de fuego.
- 91 a.C.
En el capítulo 114 del Prodigium, Obsequens menciona un globo de fuego que recorrió el cielo italiano en la región del norte, emitiendo un ruido terrible. En el mismo libro se menta otro globo de fuego avistado en Spoletium (ciudad de Umbría) que descendió a nivel del suelo y luego aumentó de tamaño ascendiendo, haciéndose tan grande que ocultó al sol.
- 85 a.C.
Plinio recoge en el Libro II, capitulo XXVI, de su Historia Natural:
"Luces brillantes aparecieron de improviso en el cielo".
En el capitulo XXXIII recoge:
"Un sol nocturno, esto es, una luz emanada de la noche, fue avistado durante el consulado de Caecilius y de Papirius y en muchas otras ocasiones, de tal manera que la noche parecía de día".
"Luces brillantes aparecieron de improviso en el cielo".
En el capitulo XXXIII recoge:
"Un sol nocturno, esto es, una luz emanada de la noche, fue avistado durante el consulado de Caecilius y de Papirius y en muchas otras ocasiones, de tal manera que la noche parecía de día".
- 83 a.C.
En Volsinios (Bolsena) una llama pareció brillar en el cielo al amanecer.
En Apollonia, según Plutarco, los soldados de Sila prendieron a un "sátiro" adormecido, tal y como los escultores y poetas lo describen. Despreciando a los muchos intérpretes él emitía un grito ronco, como de cabra, que no podía ser entendido. Sila, horrorizado, ordenó que lo quitaran de su vista.
En Apollonia, según Plutarco, los soldados de Sila prendieron a un "sátiro" adormecido, tal y como los escultores y poetas lo describen. Despreciando a los muchos intérpretes él emitía un grito ronco, como de cabra, que no podía ser entendido. Sila, horrorizado, ordenó que lo quitaran de su vista.
- 82 a.C.
Durante el gobierno de Sila fue entre Capua y Volturno un gran batir de estandartes y armas con espantoso vocerío, de forma tal que dos ejércitos parecieron estar en combate empeñados durante varios días. Cuando este portento fue investigado más de cerca, las huellas de caballos y de hombres y la hierba y las matas recientemente pisoteadas parecían predecir la carga de una gran guerra.
- 76 a.C.
Relata Plinio en Historia Natural, Libro II, cap. XXXV:
"Fue vista durante el consulado de Octavius y Scribonius, una luz cayendo de una estrella, que creció al aproximarse a tierra y después de alcanzar el tamaño de la luna, derramó la claridad de un día nublado. Fenómeno testimoniado por el procónsul Silanus y su comitiva".
"Fue vista durante el consulado de Octavius y Scribonius, una luz cayendo de una estrella, que creció al aproximarse a tierra y después de alcanzar el tamaño de la luna, derramó la claridad de un día nublado. Fenómeno testimoniado por el procónsul Silanus y su comitiva".
- 73 a.C.
En el capitulo XV de Temístocles, Plutarco relata el extraño suceso acontecido en Otría, en la zona de Frigia (Mar Negro), durante el enfrentamiento de las tropas del rey de Ponto, Nitrítades, y el cónsul romano Lóculo; de repente, el cielo se abrió y un objeto llameante cayó entre los dos ejércitos. Era muy similar a un jarro de vino, y su color el de la plata fundida.
- 66 a.C.
Esta ocasión es Plinio (Libro II, XXXV), quien relata un nuevo fenómeno aéreo anómalo:
"En el consulado de Cneo octavio y Cayo Scribonio fue visto caer una chispa de estrella y aumentar de tamaño al aproximarse a la Tierra, y tras hacerse tan grande como la Luna difundió una tenue luminosidad, y luego, volviéndose hacia el cielo, se tornó como una antorcha; ésta es la única noticia de lo ocurrido. Fue visto por el procónsul Sila y su séquito"
"En el consulado de Cneo octavio y Cayo Scribonio fue visto caer una chispa de estrella y aumentar de tamaño al aproximarse a la Tierra, y tras hacerse tan grande como la Luna difundió una tenue luminosidad, y luego, volviéndose hacia el cielo, se tornó como una antorcha; ésta es la única noticia de lo ocurrido. Fue visto por el procónsul Sila y su séquito"
© Carballal,1991
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